Mesa de trabajo N°14: Turismo y Patrimonio Cultural, alianzas y tensiones.

Eje: Turismo, territorio y patrimonio

Coordinadores:

Patricia Sampaoli; Universidad Nacional de la Patagonia; bonsamp@live.com.ar 

Miguel Ángel Zubimendi; CONICET – Universidad Nacional de la Patagonia; mikelzubimendi@gmail.com  

Paula Diez; Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco; pdiez@uaco.unpa.edu.ar

Resumen:

El concepto de patrimonio cultural admite una multiplicidad de variantes y componentes que abarcan desde lo urbano, lo rural, lo artístico, lo histórico, y lo arquitectónico, entre tantos otros, así como también lo mueble, lo inmueble, lo material y lo inmaterial (Ballart, 2001). A su vez, el respeto por los bienes culturales, en tanto testimonio material y simbólico de una cultura, se relaciona con aquello que la comunidad ha sido capaz de producir y el entorno tal como es percibido y considerado por esa comunidad. El Patrimonio es valorado entonces como recurso cultural/identitario, pero también como recurso económico/turístico, lo que supone conflictos y riesgos, pero también oportunidades dentro de la sociedad y moviliza a diferentes actores.

Hoy en día, el Patrimonio Cultural, ineludiblemente, forma parte de la agenda de las sociedades contemporáneas y del discurso de los actores políticos, pero también de diferentes estamentos de la sociedad que participan en el rescate de elementos identitarios y de sus puestas en valor. Es, al mismo tiempo, un elemento dinamizador que revaloriza el sentimiento de pertenencia y se percibe como recurso que puede ser utilizado en propuestas de desarrollo local por medio de propuestas turísticas que promuevan, incluso, la creación de nuevas fuentes laborales, la promoción del arraigo o la valorización de patrimonios y saberes locales. Estas propuestas deben integrar el accionar de los tres actores esenciales para la planificación ambiental y patrimonial: los administradores, las poblaciones locales y los científicos (Di Castri, 1982).

Las propuestas que incorporan el patrimonio cultural como atractores requieren como ideal el objetivo de mejorar la calidad de vida de las comunidades receptoras, así como la experiencia turística (Venturini, 2012). Existen en la actualidad diversas muestras de los efectos turísticos hacia el patrimonio, desde efectos deseados y proyectados hasta la degradación e inclusive pérdida de elementos y prácticas representativas de la cultura por presiones físicas en edificaciones y objetos, así como el avance de culturas homogeneizadoras dominantes en costumbres y formas de consumo. Es por ello que en esta mesa se invita a aquellos vinculados con la enseñanza, investigación y la extensión del turismo a participar con trabajos, experiencias y reflexiones vinculadas a la gestión turística del patrimonio cultural material e inmaterial.