Carta de Osvaldo en memoria a nuestro compañero Román Segovia
Enviada a la lista de correos del equipo docente, el Martes 16 de Junio del 2020 a las 18hs
Estoy escribiendo desde el corazón…
Esta mañana me llamó Santi para avisarme y me golpeó la noticia, aunque el año pasado presentí esto. Por eso quise quedarme con su imagen en el aula, en nuestras reuniones, en los asados, en las aulas paralelas, en cada discusión, en cada dramatización, en cada uno de nosotros.
Me golpeó porque se nos fue un pedazo grande de la historia del TEF (o CATEF como él solía llamarlo en muchas ocasiones).
Se nos fue la rebeldía sin formas, se nos fueron los planteos provocadores imprescindibles si se quiere construir algo que se la pelée al sistema dominante. Se nos fue también su impertinencia que, a veces, rozaba la desubicación pero que en tantas ocasiones sirvió como disparador de tantas ideas conmocionantes, audaces, antisistema…
Lo recuerdo cuando nos vimos por primera vez, él en su rol de alumno (paleoalumno, según su propia definición…) y yo en el de ayudante. Al inicio, cuando todavía no habia TEF, cuando compartíamos unas horas en una de las comisiones, cada uno en su rol. Me acuerdo de su gesto inquieto y de desagrado, me acuerdo sus dificultades para rendir y cómo modificó eso cuando, pasado casi un año, se incorporó al naciente equipo de docentes y estudiantes. Aprendió muy rápido y de todo porque su inquietud no reconocía límites, su búsqueda fue hacia todas las direcciones. Sabía física, sabía didáctica, sabía filosofía, sabía música, sabía geología…
Pero lo más importante: fue un ROMÁN auténtico…
Román Segovia – 2 de Enero 1948 – 15 de Junio de 2020